Frente al anime japonés, al cómic mexicano le hacen el fuchi

( Hazeel T. Zárate )
( 2005-07-19 )

Sin importar ir contra la corriente, Susana y Oscar González, dibujante de Los Simpson y Karmatron, no han dejado de creer en la posibilidad de formar una industria mexicana del cómic.
Ayer en La Mole, Oscar —el único mexicano en haber recibido el premio Will-Eisner, considerado entre los dibujantes de cómic como equiparable al Oscar de la industria cinematográfica— dibujaba para sus seguidores y se mantenía haciendo sketches, mientras Susana (su esposa) recordaba:
“Cuando Oscar recibió el premio Will-Eisner pidió disculpas por su mal inglés, se excusó diciendo que es mexicano, un silencio envolvió la sala: nadie creía que un mexicano pudiera dibujar tan bien, cuando el asombro pasó comenzaron los aplausos”.

Tomado de La Cronica

La idea de que en nuestro país el único cómic que vende es la de mala calidad se debe a la falta de compromiso y apoyo.

La Mole Et es un inmenso escaparate donde la historieta mexicana se enfrenta en desigual combate contra la gran industria japonesa y estadunidense: es como Memín contra Superman. ¿A quién le va?
El cuadrilátero, ubicado en Expo Reforma en la avenida Morelos 67, es la sede de la Mole Et, una de las exposiciones de historietas más grandes de México, que alberga 140 stands, 80 tiendas y sala de juegos de cartas para Mitos y Leyendas, además de proyecciones, conferencias y trato con los artistas.
¡Y en esta esquinaaa!: Los dibujantes mexicanos representados por Ka Boom Estudio, y en la otra, las súper industrias norteamericanas y japonesas.

La creciente demanda por el anime japonés toma ventaja frente a la no consolidada industria mexicana, que busca abrir nuevos espacios en el cómic mexicano. Considerado como un arte menor y en la mayoría de los casos ni siquiera como arte, el cómic en México vive de su época dorada con personajes como Memín Pinguín y La familia Burrón.

Sin embargo, las oportunidades para rehacer la industria se ven selladas por la desconfianza de los empresarios mexicanos en sus conacionales. No obstante, dibujantes profesionales y fancines comienzan la apertura de espacios que permitan distribuir nuevos proyectos.

Karmatron entra en la arena, después de 15 años se mantiene en forma… Susana Romero, asistente editorial habla del boicot que sufrió Karmatron, “los voceadores lo sacaron, dejaron que el material se quedara fuera de las bodegas porque les parecía poco rentable”, la demanda había estado acaparada por personajes norteamericanos como Batman, Spiderman y los X-men.

Recientemente, la llegada del anime japonés en caricaturas famosas como los Caballeros del Zodíaco, Goku, Sailor Moon, entre otros dio un giro importante hasta acaparar el mercado. “Muchos chavos se visten de japoneses y pierden su cultura, simplemente cuando ven un stand mexicano ni siquiera se acercan, pasan de largo porque creen que no hay nada interesante”, agrega.

En los pasillos confirmamos lo dicho, La Mole Et permite la entrada gratuita a quienes lleguen con buenos disfraces, así a nuestro alrededor encontramos chicas Sailor, Gokus y Ranmas, pero no vemos ni al Santo ni a Blue Demon.
Ignacio Septién, organizador de la convención comenta “los empresarios no creen en nosotros, cuando se deciden a lanzar una nueva revista creen que con el primer número la gente la va a conocer y si en ese momento no vende, la retiran del mercado, hay que darle tiempo para que el público se familiarice con ella. Creen que porque es mexicano es de otra categoría, tenemos muy buenos dibujantes y guionistas, pero cuando llegan a mostrar su trabajo, no les dan oportunidad ni siquiera de verlo.”
Blue Demon Jr. se estrena y ayuda a Karmatron. Ambos asestan unos golpes, pocos…
Si bien no se ha dado oportunidad a la industria mexicana, los adolescentes se encuentran influidos por otras tendencias. “A mí me gustan los mangas japoneses y todo lo que venga de ahí, no soy aficionada al mexicano”, declara Susana López, de 19 años.

El cómic mexicano avanza lento, a los nuevos personajes les falta darse a conocer y plantear nuevas tendencias, como lo explica Pilar Susana Reyes de 16 años, quien también gusta de dibujar: “El cómic mexicano es muy bueno. Apoyo mucho a los artistas independientes. Lo malo es que creen que somos el típico charrito con sombrerito, el nopal y el burrito. Eso es lo que no me gusta… Yo haría un cómic universitario porque creen que nosotros no estudiamos”,
Ante las recientes declaraciones de grupos afroamericanos, Memín Pinguín comenzó a venderse de nuevo y para Ricardo Savedra, expositor de Editorial Vid es una nueva forma de conocer a los nuevos artistas, aunque esta editorial únicamente se encarga de comprar los derechos pues para las compañías se les hace mucho gasto invertir en el registro de derechos, pago a dibujantes y personal que requiere la promoción de un nuevo cómic.

El anime sacude a sus compañeros norteamericanos, los dobla, esta inusitada reacción es una buena oportunidad para el equipo mexicano… El público se encuentra cansado de los personajes norteamericanos que desde 1940 no envejecen y si mueren resucitan. La tendencia hoy es buscar historias con un principio, trama y desenlace como el manga japonés, que aunque sobreviven llegan a su fin.

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