‘Ghost’ es una película impresionante
GITS 2 es una de las primeras películas de animación que compite en Cannes
John Hayes
EL UNIVERSAL
Lunes 18 de octubre de 2004
Es el año 2032 y la evolución ‘ciborg’ es tan completa que la mayoría de la gente se ha mecanizado casi por completo. Hay pocos humanos totalmente biológicos. La gran parte de los ciborgs están mecanizados y su espíritu humano reside en sus unidades de memoria. Las ‘muñecas’ son robots sin partes humanas. Las ‘ginoides’ son robots que cuentan con características femeninas y que se pueden comprar como acompañantes sexuales.
En la esperada secuela del clásico de ciencia-ficción de 1995 del director Mamoru Oshii, hay algo mal con una serie de ginoides de alta calidad: asesinan horriblemente a sus dueños. «Ghost in the Shell 2: Innocence» (GITS 2) es un reencuentro con Batou, el detective ciborg de la unidad secreta anti-terrorista del gobierno. Aquí, investiga si el problema es por negligencia, sabotaje o ataque terrorista.
Si esto suena complicado, aún hay más. La secuela de Oshii se basa en una historia compleja a la que envuelve todavía más en su propio universo extraño; la sumerge en una densa red de recuerdos, descargas involuntarias de memoria y realidades virtuales múltiples.
GITS 2 es una de las primeras películas de animación que compite en Cannes y la primera en ser finalista del festival Palme d’Or. Los ‘fans’ del comic original de Shirow Masamune y de la primera adaptación de Oshii seguro se sumergirán en el suspenso de esta saga futurista.
Aquellos que se acercan por primera vez a la historia podrían perderse en algunos pasajes, pero seguramente apreciarán la vertiginosa velocidad de las acciones así como la maravillosa técnica de animación.
A pesar de la presencia de las eróticas y sofisticadas ginoides, la película no ofrece imágenes sexuales. La violencia, sin embargo, es excesiva y frecuente en cada paso con el que Batou y su acompañante profundizan sus investigaciones.
En esta película la ciencia-ficción explora y define lo humano, al combinar la ciencia especulativa y los valores humanos básicos. Obligados a discernir entre la ausencia de la humanidad y las ventajas y consecuencias de la tecnología, los espectadores nos miramos a nosotros mismos como lo que somos.
Oshii constantemente compara y contrasta las acciones y motivos de los humanos y los no humanos. La desesperación del ‘hombre’ artificial que quiere ser humano es tan trillada como Data (de ‘Viaje a las Estrellas’), el Hombre de Hojalata o el monstruo de Frankenstein. Aunque sea por medio del sofisticado arte del animé, Oshii vuelve a enunciar esa premisa sin trazar ninguna nueva complicación en el universo de la ciencia-ficción.
No obstante las ventajas evidentes del cuerpo robótico de Batou, su espíritu humano lo lleva a tener una mascota; no un autosuficiente gato, sino un adorable sabueso. El ciborg tiene que abandonar escenas criminales o dejar peleas pendientes a fin de ir a dar de comer a su perro.
¿Qué tan ineficiente, ilógico y humano es todo esto? En privado, Batou añora la compañía de la Mayor, su anterior compañera que en la primera película fue asesinada físicamente pero cuyo espíritu sobrevive en Internet. ¿Estará utilizando su memoria para llamarlo?
En una era en la que el espíritu de un humano puede sobrevivir en una armadura, la inocencia de los simples placeres y problemas mundanos se convierte en el más preciado de los tesoros. (Pittsburgh Post-Gazette)
Tomado de http://www.eluniversal.com.mx/pls/impreso/noticia_supl.html?id_articulo=16458&tabla=articulos
Genio de medio tiempo, sociólogo por formación, linuxero por convicción, el loco tras la idea de seguir con infraestructura en vez de usar la nube, dejó de jugar consolas cuando salió SF2 para SNES, declara que le encanta el diseño de las Mac, pero el costo ni cercanamente, censor vitalicio de lo que se dice en la cobacha.