Toma-cafés: dícese del susodicho que está locamente enamorado hasta las trancas de una tía y esta solamente lo considera un buen amigo con el que tomar cafés y contarle sus penas. El susodicho no se dará cuenta de esta situación y seguirá aguantando por si en alguna ocasión hay un momento de debilidad por parte de ella.
Pero nada mas lejos de la realidad. ESO nunca va a suceder.
¡¡PERO ESTO SE ACABO!!
Para no ser un "toma-cafés":
Las cosas hay que dejarlas claras desde el primer momento. Si quieres algo serio le dices:
" Oye, dime que es lo que tu quieres, porque yo quiero algo serio."
Si en cambio lo que quieres es montartela:
"Oye, yo lo que quiero es meterte todo el espárrago."
Es simple. Quedarás como un chico directo y honesto, y te ahorraras muchas tardes desperdiciadas en escuchar un monton de lamentos, que podias haber aprovechado en una competición con tus amigos de a ver quien se saca la pelotilla del ombligo mas grande.
Normas a seguir:
1.- Si no quieres ser su toma-cafés, empieza por evitar que te coja demasiada confianza: en el momento en que la tenga pasará automáticamente a verte como un amigo, y de sobra es sabido que ninguna tía quiere nada con amigos (hasta a mí me lo han reconocido varias en persona).
2.- No seas demasiado bueno con ella. Si haces cosas por ella que nunca en su vida haya hecho nadie, ya estarás destacado “en negrita” respecto al resto. No, no te equivoques. Eso no apunta hacia donde tú crees.
3.- Ser un tomacafés de pura raza implica estar al lado de la chica cuando tiene problemas (si no los tiene es altamente probable que pueda vivir sin ti...). Así pues, no es de extrañar que tras prestarle tu ayuda y sacarla de esos problemas, ella te suelte cosas como “eres un sol”, “eres la mejor persona que he conocido nunca”, “no sé cómo agradecer todo lo que haces por mí”, “no te merezco”, bla bla bla.
4.- Si se da el caso de llegar a escuchar frases así de su boca, ya puedes darte por jodido. Ya no tienes ninguna posibilidad de llegar a nada con ella. Sí, en un principio son frases que pueden hacerte pensar “¡¡sí!! ¡¡sí!! ¡¡si me dice eso es que me quiere!! ¡¡Bieeeeeeeeen!! ¡¡Quiere estar conmigo!!”, etc. etc. Pero no, compañero, no. Nada más lejos de la realidad. Detrás de todo eso no está lo que tú crees y quieres, sino que lo que realmente te está diciendo es “por mucho que me quieras y por mucho que estés a mi lado cuando te necesito, no te voy a tocar ni un pelo, no te voy a dar ni un beso, ni tampoco voy a rodear tu cuello con mis brazos jamás”, “no pensaré ni durante un segundo el tener algo contigo, sino que preferiré al chuloputas de turno de sábado noche, aunque yo para él sólo sea un pedazo de carne que no tiene ningún valor”, “aunque yo a ti te importe como persona, y a ese chuloputas no, como él está bueno y tú no, a ti te van a dar por el c...”. Y así podríamos seguir y seguir...
5.- Si además de soltarte esas frases que tú interpretarás mal (es inevitable, a no ser que seas ya “zorro viejo” y los palos te hayan abierto los ojos), te dice en algún momento que se ha liado con no-sé-quién, o que se ha acostado con no-sé-cuál, ahí tienes ya la confirmación de que ya no hay vuelta atrás. Ella te lo contará como si nada, pero mientras lo hace tú notarás como te hierve la sangre. Y lo peor es que no podrás hacer nada al respecto. Estarás perdido.
Mantén las distancias con ella, que no vea en ti el chico bueno de turno a quien le puede contar sus cosas. Si lo hace, ya puedes buscarte otra... Recuerda que ser un tomacafés de una chica implica llevarte la "parte mala" (problemas, lloros, etc.) mientras otro se lleva la "buena". Piénsalo.
Quedó claro ,¿no? Pues que ningún TOMACAFES me venga más llorando, ahí teneis la respuesta.
Publicado por Vladimir Sokolov en 11:31
Las Cronicas De Kalashniv