(no tiene mucho contenido , pero es algo XD) jajaja, ayer estava muy dormido y no pegue el texto disculpen
Una ves en el pueblo busco quien me oriente sobre la dirección de Marian, aun nieva en el pueblo, las calles bloqueadas por la nieve y los niños jugando guerras, haciendo Ángeles y muñecos, algunas bolas pegan en mi gabardina y los niños corren a esconderse, pensando que me enojare por eso, solo muestro una sonrisa y continuo mi camino. Caminando por la calle central del pueblo, un oficial me da alcance y pide que le muestre mis papeles, un poco nervioso por el rifle que porto, le mostré los papeles y explique el motivo de el arma en mi hombro, me da las gracias y solo me pide que retire el martillo y los carachos del rifle para estar seguros de no empezar una agresión, antes de que se retire el oficial, pregunto por la dirección de Marian y algunos datos generales, me comento que tenia como un mes y medio que regreso de el puesto militar en el cual servia su marido, unos días después de su regreso fue al cementerio del pueblo y enterró la medalla que le otorgaran póstuma a la muerte. Después, me encamine a la casa de Marian, con la ilusión de ver sus ojos y la hermosa cabellera.
Capitulo VI
La puerta Falsa, la reflexión de una vida ajena
Al fondo de una calle, la casa de marian se yergue imponente, a cada lado de la calle una hilera de árboles proporcionan sobra a la misma, desde el pueblo hasta la casa de marian toma quince minutos recorrer la calle, una cerca bloquea el camino en la cual se encuentra el cordón de una campana, después de tirar tres veces del cordón espera a ver si alguien salía averiguando quien tocaba. Mariana la hija asoma la cabeza por la puerta, al verme se sonroja y agritos busca a su madre.
- Que haces aquí, creí que tardarías algunos meses en venir a visitarme-
- estuve apunto de llegar pero pensé en viajar un poco mas antes de llegar a mi pueblo-
- tus motivos tendrás, pasa, platiquemos dentro junto a la chimenea con un poco de Cocoa caliente.-
Una ves dentro, dejo en claro que no tenía lista la habitación de huéspedes, que las armas ella las guardaría bajo llave y pregunto cuanto tiempo me quedaría, entregue las armas, di las gracias por darme asilo y no supe responder a la ultima pregunta. Mientras tomábamos la Cocoa, marian llamo a los niños para que nos acompañaran, Mariana (la hija) no me perdía de vista mas que para tomar su Cocoa, el niño un poco grosero y triste no toco su taza en las cuatro horas de platica, Marian se mostró muy interesada en mis andanzas, el anciano del Zorro ártico, de Heinz y el precio de la moral y las convicciones, de mis sueños recurrentes y cuando vi a mi amigo Wolf extendiendo su mano y cuando di la despedida a sus recuerdos en la cueva. Marian también hablo de su luto y de el entierro simbólico de la medalla a la cual le saco un retrato, de como Mariana estaba triste y de que su hijo estaba enojado con su padre por abandonarlos. Ella aun esta triste y me agradece por servirle de pilar mientras viajábamos juntos en el carruaje de acero. Terminado la Cocoa los niños son mandados a la cama y me es entregado ropa de cama para que utilice los sillones de la sala, hasta el día de mañana que arreglen el cuarto de huéspedes.