¡Oh, vaya!, unos verdaderos fans del universo Star Wars. Agradable, muy agradable. Te saludo Eternal y espero que mis siguientes palabras no hagan que me tomes tirria. Verás..., corría el 1o de enero del año 1978, cuando yo apenas tenía 16 años de transitar por este atiborrado planeta llamado Tierra, cuando ví la única y verdadera película de Star Wars que daría pie a que la infinita codicia monetaria del señor Lucas planeara y ejecutara toda una serie de secuelas y pre-secuelas inverosímiles de una historia que, originalmente, iba ser la competencia de El Señor de los Anillos versión Georges Lucas. Sé que he repetido esto hasta la saciedad y que aquellos que tienen el placer de conocerme en persona, ya no saben como ponerme un candado en la boca para que no vuelva a decir lo que ya han escuchado de mí hasta el cansancio: Lucas vendió los derechos de la historia de Star Wars y por eso no pudo seguir filmando lo que pasó después porque ese después ya no es una idea original suya y tenía que haber soltado mucho "money" para apoder filmar algo que ya no era suyo. Por eso se decidió a filmar las dichosa "pre-secuelas" para poder hacer con sus apersonajes lo que le diese su muy regalada gana (¡que para eso los había inventado él, que caray!). Cualquier discusión al respecto sobre la continuidad de la historia, se me hace totalmente inoperante partiendo de esta premisa. Ahora bien, ¿es Lucas el genio que proclaman sus aguerridos fans?. Si, en parte, ya que fue capaz de sacarle todo el jugo monetario posible a una historia que él mismo había dejado por la paz (después del ahora Episodio VI) ya que no le veía mayor provecho y quería probar con otras cosas aun no explotadas (por ejemplo: Indiana Jones). Se olvidó por completo de Star Wars, como buen capítulo cerrado que era en su vida profesional, hasta que la nostalgia de los fans le hizo remasterizar la vieja trilogía y se encontró con un mercado nuevo generacional absolutamente virgen: ¡ustedes!. Total, que se puso manos a la obra y concibió lo de las dichosas pre-secuelas con las que vino a darle en la meritita torre a la trilogía original (bien dicen que no es igual Los Tres Mosqueteros que Veinte años después). Y no estoy hablando de puro "filing", como dicen, sino con conocimiento de causa porque aun recuerdo lo que se comentaba en aquellos remotos días del 78 y subsecuentes, cuando Lucas le dió al verbo hablando de su bendita idea de Star Wars y de como el éxito lo había sorprendido (y como pude apreciar más tarde, le dejó secuelas permanentes en su ego creador) con una película que no tenía mayor intención que entretener durante aquel tórrido verano del 77 para después sufrir el destino de tantas y tantas películas veraniegas: ¡el cruel olvido! (¿sabían ustedes que recuerdo perfectamente una entrevista hecha por esas épocas en la que él negaba, rotunda y categoricamente, que fuera a darse una secuela a Star Wars?).
En fin, por pura nostalgia de los tiempos idos, ayer domingo, 19 de junio, me "arrané" frente a mi televisor para disfrutar de la proyección de las cinco películas en orden de exhibición). Por supuesto, no tengo un solo pero que objetar a la primera (que para mí seguirá siendo, por siempre, la única y verdadera Star Wars) pero, conforme la historia se va desenvolviendo, los "peros" también van apareciendo. Casi me infarto cuando veo a los tres fantasmas Jedis y a un imberbe Anakin sustituyendo al verdadero padre de Luke; ¿por qué lo hizo así Lucas?, ¿no sería entonces más conveniente sustituir al viejo Obi-wan por el joven Obi-wan?, digo, para quedar más parejos en el asunto y dar así perfecto gusto a las jóvenes generaciones que son ahorita las que le están dando de comer. Por supuesto, cuando inició el Episodio 1, apagué la televisión (¿quién quiere ver como el propio Lucas da el traspiés para narrarnos la concepción milagrosa del malvado Darth Vader en la encarnación dde Anakin Skywalker?. yo, definitivamente, ¡no!). Regresé frente a la televisión cuando ya llevaban transcurridos como 30 minutos del Episodio 2 y pude contemplar a un Anakin berrinchudo que arrastraba a una complacida Amidala por casi todo el universo para ir a resolver sus problemas familiares mientras la cuidaba de que cualquier intento de asesinato en su contra se verificara. Juro que me aguanté hasta después de la medianoche para ver como Lucas iba a resolver el asunto ese del berrinche adolescente de Anakin (yo que el paciente Obi-Wan le hubiera dado un par de bofetadas bien puestas y lo hubiera retachado a la clase del maestro Yoda con orejas de burro, a ver si así aprendía a ser un buen Jedi de una buena vez y se dejaba de estupideces adolescentes. Jejeje). Una vez me di cuenta, con harta pena, que el adolescente berrinchudo quedaba como héroe, apagué la televisión y me pude ir a dormir en paz diciéndome para mis adentros que mi ejercicio de "búdica" disciplina ya había concluido al fin y que podía presumir de haber visto toda la saga para ulteriores y acaloradas discusiones sobre el tema. Bueno y ya que llevo un montón de palabras en mi participación y dudo que vaya a ser leía en su totalidad por tal motivo, mejor me despido hasta la próxima. saludos
Potnia, la Cretense