he gracias wolf...y gracias por seguirl la historiesita...aqui va un poco mas
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Acercándose a los barrotes le dice: - anda dímelo, conozco la gente como tu. Tu no lo hiciste verdad. ¿En realidad tu la mataste?
Dicho esto, Castro recordó a aquella mujer con la que había hecho aquel extraño pacto. El, por el momento había sido fiel, lo había seguido al pie de la letra, tal como lo habían acordado, pero no sabia si ella lo hacia, no sabia si ella había podido seguir su vida, no sabia si ya lo había olvidado, no sabia si aun lo recordaba, no sabía si aun lo esperaba…
Aquellos eran días felices pero ya habían pasado. Ahora había que preocuparse por su presente, y su futuro. Era obvio que la idea de tener que compartir su reclusión con otros desconocidos, no dejaba de preocuparle. Estos si eran asesinos de verdad, estos si habían matado.
-Si. Yo lo hice anciano – responde con voz gruesa – ya déjeme tranquilo.
- Bueno hijo, sigue aparentando ser un hombre malo….solo tenia curiosidad.
Víctor se fue a su escritorio.
La prisión era un lugar pequeño, directamente proporcional al pueblo e inversamente proporcional, al número de robos, asesinatos y fechorías: mientras menos se cometían, mas pequeña se iba volviendo.
Al final, cuando se aceptó la propuesta de la construcción de la nueva cárcel, con una instalación mucho más moderna, la vieja prisión dejo de tener el mismo personal, y sus instalaciones se iban demoliendo para construir un parque. Esto hacia que las obras para la Penitenciaria Estatal de Máxima Seguridad, estuvieran sobre el tiempo.
Si era de máxima seguridad. Un nombre bastante llamativo, un nombre que retumbó en lo mas profundo del subconsciente de Castro, que le hizo recorrer un frió por toda su espina dorsal, un nombre que le hizo cuestionar por primera vez, si valía la pena la promesa hecha a Ángela.[/b][/color]