Eleone-Chan 00:05 15.Diciembre.2005
CNN Money ha hecho público un artículo en el que se habla de la piratería en general, y le dedica un espacio a los animes y los fansub, ya que según afirman, el negocio de la animación japonesa ha encontrado un modo de vivir gracias a la piratería, que mantiene a los fans comprando. Además revela que todo esto puede ser más bien una nueva estrategia de mercado.
El artículo en cuestión comienza hablando de la piratería de películas de cine, y cuales son los métodos que el mundo del espectáculo está usando para intentar frenarla, desde poner espías en los cines para detener a los que lleven cámaras de video, hasta la última propuesta de Sony, que incluye en sus CDs un programa que impide la copia y además deja vía libre para que entren toda clase de virus en los ordenadores de los que han intentado hacer la copia.
Y mientras el mundo del espectáculo sigue con su lucha, un pequño grupo de personas ha encontrado la alternativa al problema: el anime japonés, que presenta mujeres de grandes ojos y robots gigantes, y el manga, su versión impresa. Aunque aún sea un mercado pequeño, ya que las ventas de ambos sólo reportan 625 millones de dólares, sus ventas están creciendo rápidamente, con un aumento del 13% entre 2002 y 2004. Además han conseguido este crecimiento haciendo algo de lo que Hollywood parece incapaz: ganar fans en vez de asustarlos.
Mientras que las ventas de DVD prácticamente no han aumentado durante el pasado año, de las que se prevée que la situación siga igual en el año 2006 y que en posteriores años llegue incluso a disminuir, los fans del anime y del manga, conocidos como Otakus, siguen apareciendo con las manos llenas de dinero, y esta pequeña rama del mundo del espectáculo ha encontrado formas de mantener a sus fans comprando.
El artículo también incluye una aclaración sobre el término usado, que vendría a significar "su hogar" si se traduce literalmente, pero que en Japón ha adquirido una connotación oscura, pasando a significar que la persona es un fan en extremo, mientras que en EEUU es más benigno y se utiliza para identificar a aquellos alos que les gusta el manga y el anime.
Las firmas de Manga y Anime han tomado formas muy diferentes de las de los estudios de Hollywood o las editoriales, ya que están innovando constantemente. Su premisa es hacer llegar el producto a la gente adecuada, ya sea a través de DVD, teléfonos móviles o mediante descargas. Y si los fans están compartiendo archivos, cosa que hacen, mantienen inactivos a los abogados y buscan una forma de hacer que la piratería trabaje para ellos.
Mike Kiley, editor jefe y co-fundador de Tokyopop, principal editorial de manga en EEUU, asegura que "las compañías de este sector nacen, viven y mueren gracias a su habilidad de mantener contento a los fans, y no solo gracias a la calidad de sus ediciones". Una de las formas de conseguirlo es tolerando a las personas que tienen el potencial necesario para conseguir que sus negocios se arruinen: los piratas que intercambian anime online. Y no sólo lo intercambian, sino que también compiten para ver quién puede crear la mejor versión subtitulada de una determinada serie.
Los Fansubbers, como se les llama, pueden pasar más de un total de doce horas preparando para el público un capítulo que no dura más de doce horas. Los telespectadores japoneses contribuyen a ello, grabando las series de anime y colgándolas en internet nada más terminan de emitirse. Los fans bilingües de todo el mundo traducen el diálogo y postean una versión inglesa en internet usando el programa BitTorrent, que permite descargar archivos de gran tamaño a gran velocidad.
Las compañías los vigilan para saber cuales son los animes más populares, usando a los fansubbers como un primer indicador del éxito que podrían tener estas series en el mercado estadounidense. Cuanto más fansubs trabajan en la misma serie, es más posible que esta se convierta en un éxito. Pero en cuanto una compañía licencia el anime, la mayoría de los fansubbers estadounidenses, siguiendo un estricto código ético de conducta, peinan la red para asegurarse de retirar sus versiones y que estas ya no se descarguen. De esta forma, dicen que pueden asegurar que las compañías que traen anime a EEUU pueden ganar dinero con la venta de DVDs.
Por el momento, este negocio está funcionando. El pasado verano en Baltimore, unos 22000 fans de anime, muchos de los cuales estaban disfrazados de sus personajes favoritos, pagaron 55 dólares cada uno para asistir a la convención de anime Otakon. En el segundo día de la convención, que duraba tres días, ya se habían vendido todas las entradas, y los reventas ofrecían las entradas a mayor precio. Incluso las mujeres están comenzando a introducrse en este mundo, antiguamente dominado por los hombres, y actualmente la mitad de las personas que acuden a estas convenciones son mujeres.
¿Qué hace que guste tanto el anime? Estos dibujos animados tienen una gran atracción en común: las historias se desarrollan a través de un gran número de capítulos (normalmente 52 episodios), mientras los personajes mueren, se enamoran o hacen estupideces. En lo referente al manga, las ventas se han duplicado desde 2002 hasta alcanzar los 125 millones de dólares en el 2004.
En respuesta a este interés, la revista CosmoGirl, comenzó el pasado verano a publicar su propio manga en la contraportada de la revista. Ann Shoket, editora ejecutiva de la revista, dice que comenzaron a escuchar que las chicas decían que su lectura favorita y sus libros favoritos eran los mangas, así que las lectoras comenzaron a dibujar sus propios mangas para la revista. Y no solo participó una chica rara, sino que se encontraron con una participación masiva.
El mercado de los animes de EEUU esta dominado por la importadora y distribuidora AD Vision, que gana unos 150 millones de dolares, cerca de un cuarto del total de beneficios. Esta compañía ha sacado a la venta más de 700 series de anime en DVD. El 90% de sus beneficios los obtiene gracias a la venta de DVDs, aunque John Ledford, creador de la empresa, quiere que sea posible proporcionar contenidos a través del medio que prefiera el fan. Esto es por DVD, por teléfono móvil o mediante descargas en la web, donde por 4 dolares puedes comprar un episodio.
Ledford cree que la clave es muy simple: mantener contentos a los fans, y ten por seguro que haciendo esto los fans harán la mayor parte del trabajo más duro por tí. En palabras del propio Ledford, "los fans más extremos son muy rencorosos, y si haces algo mal irán a por tí dañando a tu compañía. Si los mantienes contentos no tendrás que gastar ni un dolar en marketing, solo deberás ser amigo suyo".
Fuente:
http://www.animangaweb.com/noticias.php?idn=3852&pag=2&clase=1