ok señores
lo que les voy a mostrar es mi opera prima dentro de la literatura, disculpen la pesima ortografia ( tic tac) pero nunca puse atencion a la miss de gramatica , que les sirva para la digestion y por favor no tengan piedad de mi....jajajaja ....no ya en serio que lo disfruten.
se compone de varios capitulos esta es la primera parte, el proximo miercoles prometo la continuacion.
Cronica de un orgasmo inerrumpido
El comienzo
¿Cómo poder empezar?,¿Qué explicación podrÃa ofrecer para entender lo que no se entiende? , Y es que los limites siempre serán del tamaño que uno quiera ver, pero no siempre se pueden ocupar para aprender ocupándolos, la realidad o la ficción no están tan lejanas, a menos que tu realidad este al borde de la ficción o que mi ficción se haga tu realidad. Mi nombre realmente no interesa, como no interesa saber quien va a leer esto, en realidad es tan trivial la circunstancia que me dirigiré al grano.
Somos seres en falta, que nos pasamos la vida pensando como llegamos a habitar el tercer planeta, los filósofos se han pasado la vida investigando sobre la muerte y ha sido ella quien los ha encontrado primero, poniendo asà fin a su búsqueda. El orgasmo es el padre de todas las perversiones, podemos acudir a èl, amarlo, gozarlo, vomitarlo, patearlo, pero siempre regresaremos a èl porque ni tú, ni yo, sino la libido marcara el limite de su existir.
Pero ¿cómo conseguirlo? Después de analizar cada perversión, he regresado al pecado original: las mujeres, y es que solo ellas pueden brindarme el calor y la seguridad, ¿perdón? ¿Dije seguridad? Ok, si seguridad, pero la cuestión es llegar a ellas y para eso necesito seguridad y ¿cómo obtenerla? , es como la experiencia para un empleo, tu sabes que la necesitas pero como conseguirla sino tienes trabajo , asà es la vorágine con una mujer, no me he podido dar el valor de acercarme a ellas, porque tengo el miedo del rechazo, de parecer sobre actuado o de aburrirlas con mi platica , como seguramente ya estarás tú, amigo lector que repasas estas lÃnea
La anécdota
Hace dÃas me broto una idea mientras observaba una vieja pelÃcula sobre la maquina del tiempo, es decir, Julio Verne planteaba la posibilidad de regresar al pasado y cambiar el futuro inmediato, para muchos podrÃa ser un disparate, pero para mà fue la fuente de inspiración para realizar el mayor experimento de mi vida.
Siete horas pase armando un rompecabezas por demás interminable, conseguà todo tipo de material futurista, desde Julio Verne, Odisea 2001 de Kubrik , hasta el especial de los “supersónicosâ€, pero no podÃa entender hacia donde iba, ni que tenia que ver esto con los orgasmos, hasta que escuchando la palabra “dejavú†en una canción de Arjona, llego a mi mente un bombardeo de ideas, como una serie de convulsiones que se apoderaron de mis hemisferios cerebrales.
Cuando reaccione tome papel y lápiz, dibuje un ser visto desde arriba, sin la tapa de los sesos y con el encéfalo al descubierto, jamás comprendà porque lo dibuje y porque esa reacción fÃsica, de inmediato tome un libro que describÃa detalladamente las funciones del cerebro, ahà estaba la respuesta, era una parte sensorial indescriptible, el movimiento de los axones y la sinapsis me llevarÃan a alcanzar lo inimaginable para mÃ, el orgasmo. Mi hipótesis consistÃa en algo que podrÃa rayar en lo absurdo y patético, algo que bien podrÃa ser un escape de un hombre que casi habÃa olvidado en que consistÃa una eyaculación, nunca imagine ganar el Nobel de la fÃsica al rebasar las velocidades establecidas solamente, quise jugar con mi mente, en mi tiempo y en mi espacio.
La coalición neuronal, tendrÃa que ser producto de una saturación de neurotransmisores, produciendo asà una reacción bipolar electrónica que rebase la velocidad del pensamiento, y me enviara al futuro próximo, lo que la ciencia, no podÃa explicar, un “dejavúâ€.En muchas ocasiones nos hemos preguntado sobre la razón, por la que invade nuestro cuerpo una sensación repetitiva sobre una situación, exponiendo que ya lo vivimos, ¿cómo es esto posible? Me pregunte ¿podré adelantarme a mi tiempo? De inmediato tome el teléfono y marque a Diego, un viejo amigo, que se pasaba la vida, cuestionando al papa y los mecanismos de la fé; Con sus estudios sobre psicologÃa clÃnica, él me podrÃa dar una información detallada sobre la sinapsis y toda esta marihuanada que se me habÃa ocurrido; dos tonos después de marcar y por fin tomo el teléfono.
Olvide mencionar que este hombre tenia una vida sexual cosmopolita, es decir, le daba lo mismo el ser con el que copulara, su economÃa, condición polÃtica, su estado civil o su orientación sexual, él, se auto define como un ser sexuado de manera universal.
--¿si?— fue la respuesta que recibà en el teléfono, era Diego, con voz pausada y gris, planté mi hipótesis, sin alterarme, sin evocar a la incoherencia todo debÃa ser sencillo y objetivo; al terminar mi explicación, solo percibà su respiración, mil interrogantes llegaron a mi mente, porque, ¿qué hacia yo con un psicólogo, como quien le vende chiles a herdez? Él, solo contesto --nos vemos a las cinco en el gallito--. Acudà puntual a la cita el con libros bajo el brazo, ya me esperaba, al verlo me sentà inseguro, mas de una vez quise tomar mi ruta 2000 y regresar al escondite de donde nunca debà salir, ¡pero no!, no podÃa pasarme mas de lo que ya tenia, una vida sombrÃa, vacÃa, un tanto acomplejada e iracunda; antes de querer investigar sobre todo esto , pasaba mi existencia coleccionando cosas raras , que ha decir verdad, eran objetos inútiles, talvez porque pensaba que yo debÃa pasar la vida con ellos, ya que yo me sentÃa asÃ, inútil, pero con algo de peculiaridad, que no me hacia ni mejor, ni peor, sino diferente; me tome unos minutos antes de abordarlo, presentÃa que a partir de ese dibujo, mi marco histriónico sufrirÃa una metamorfosis, suspire y se rompió la barrera del silencio.
--Pensé que no ibas a venir—fueron sus primeras palabras al verme, como si el también sintiera el miedo, o lo hubiese descubierto a través de mis palabras por el teléfono.
Después de una maratónica discusión, en la que salieron a relucir Jean Paúl Sastre, Marx y hasta Michael J. Fox, era todo en conjunto, una amalgama de ideas que no veÃa su luz, pero de la cual saldrÃa una proyección hacia el destino , era una cÃnica carrera hacia el orgasmo, él entre muchas cosas me planteo una situación hipotética por demás fascinante, tal era asà que desde que inicio su planteamiento, me atrapo, no pude evitar mis nervios, pero tampoco me detuvieron, era un hecho, yo viajarÃa al futuro para alcanzar lo inalcanzable para mi, el orgasmo.
El viaje
Una impresionante exposición sobre la sinapsis me convenció de que lo que hacia era lo correcto, Diego me propuso que fuera yo, el conejillo de indias y gustoso acepte tal propuesta, como si hubiese una conexión neuronal, los dos decidimos acudir a un parque ubicado frente a la facultad de enfermerÃa de la universidad del estado, ahà habitaban seres encantadores, muchos les llaman ninfas, en conclusión, esculturas de mujeres desnudas que despertaban mi apetito sexual. Asà que escogà al azar a la ninfa que paradójicamente seria mi primer mujer y mi compañera en el viaje.
Diego me dijo que mantuviera mi mirada en el cuerpo inerte de la ninfa, asà comenzó todo, una especie de cosquilleo invadió mi mente, mi cuerpo adormecido, me hizo notar que yo ya no estaba ni en mi tiempo ni en mi espacio, como un breve letargo que se expandÃa en el cosmos infinito; La ninfa perdió su parca figura, esbozo una sonrisa y me pidió que la cubriera con un sweater patético, que uno de mis hermanos me habÃa regalado en navidad, me dijo que la llevara a mi departamento y que hiciéramos el amor, en ese momento me interrogue y no entendÃa que habÃa pasado, busque a Diego pero en el celular no estaba su nombre, en la bolsa trasera de mi pantalón se encontraba un juego de llaves, eran tres, la de una casa, un auto y una pequeña, que parecÃa de un candado, pasaron cinco segundos que para mi fueron tres mil años, súbitamente sonó el teléfono que puso fin a mà letargo
--llego a las nueve a tu casa, espero que no se te olvide –fue lo que escuche del móvil, era la voz de mamá, la cual ya no era gangosa sino muy suave, como si su sinusitis que la aquejaba hace años hubiese sido curada, solo pude contestar –esta bien ahà nos vemos--.
La ninfa de la cual nunca supe su nombre ya me esperaba, sexy con un aire de diva, que solo podÃa ser interrumpido por su cuerpo extraordinario, que me dejo hipnotizado, aborde el impresionante auto de aluminio color azul eléctrico, que sorprendentemente sabia manejar, en el juego de llaves también se encontraba un control remoto que deduje que era del auto, asà que sin pensarlo, deje que mi dejavú me guiara hasta mi departamento en la calera, era sin duda una inversión de la cenicienta en la que yo esperaba que no dieran las doce.
Cuando llegue a mi departamento, note que estaba la luz de una habitación, mire mi reloj, que me indicaba que eran las nueve de la noche con treinta y cinco minutos, por lo que deduje que era mi madre que me esperaba.
Mi madre enfurecida me reclamo la presencia de la ninfa y más aun el que no le hubiese avisado a su exmarido, o sea a mi papá que ella regresarÃa, pero ¿qué paso? ¿Cómo cambio mi vida tan radicalmente, si yo lo único que hice fue concentrarme?,¿en que momento mis padres se divorciaron y se olvidaron de la sinusitis crónica de mi madre?.
Me aturdÃ, lo único que hice fue pedir disculpas y asegurar que no volverÃa a ocurrir, total, ya era parte del juego; luego que mamá me contó su aventura en Cuba y del breve romance con el medico otorrinolaringólogo, me dijo que llamarÃa por la mañana y que me asegurara de limpiar bien la cocina después de cenar.
Ahora hacia la conclusión de mi viaje, por fin conocerÃa las mieles del orgasmo, en esta ocasión ya tenia protagonista; la observe desde el cristal de la bañera, con una expresión natural de sorpresa, imagine que en su mundo no era común un cepillo de dientes o una caja de retrete. Cuando salió del baño, la cubrà con una toalla larga que cubrÃa muy bien sus curvas, la abrase, su aliento húmedo lleno de excitación cada poro de mi cuerpo, sus senos redondos, me indicaban que la elevación de la libido era mutua, la cargue y la lleve a mi habitación de color gris, la acomode en la cama, ella me lleno de besos la espalda hasta que me despojo de mis prendas, era la lucha eterna del bien y del mal, era la conclusión de mi dejavú, por fin tocarÃa la gloria y darÃa testamento de ella, sin embargo un súbito escalofrió se apodero de mi, un dolor en el estomago me arrebato de su lado, un dolor inmenso en la cabeza y millones de luces como dinamita invadió mis ojos, cuando reaccione estaba con Diego y una estudiante de enfermerÃa que sorprendidos solo me observaban .
el proximo miercoles pondre la continuacion
Richman
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