¡Perdón Monstrenco!, ¿así que eres un futuro editor en ciernes?. Ciertamente tu comentario es entonces de peso aunque sigo opinando que, nuestro gusto personal con respecto a a lectura, influye mucho. Por supuesto, el oficio es el oficio y, para conseguirlo, hay que escribir mucho (aunque no todo sea bueno) y corregir mucho también, claro. Supongo que tú también tienes el gusanito de la creación literaria y, de ser así, no dudo que tus textos encuentren inspiración en los autores que más te gustan. Por ejemplo, yo no niego la cruz de mi parroquia y sé que mi estilo, como escritora, no es esencialmente moderno y novedoso. Mis fuentes se encuentran en una serie heterogénea y aleatoria de autoras y autores diversos de distintas épocas y lugares. Me gusta el conceptismo de Quevedo, por ejemplo (disfruto enormemente la sonoridad y ritmo del castellano del siglo XVI) o la exquisita ironía del simpar Voltaire. He leído de todo (aunque mucho de lo que haya leído haya sido a través de los ojos de un traductor, ya que los idiomas extranjeros y yo no nos llevamos); bueno, malo y regular; mamotretos imposibles y opúsculos ligeros. He disfrutado desde cuentos egipcios antiguos hasta extrañezas contemporáneas, ficción, ensayo, textos de divulgación científica, en fin..., ¡todo lo que mi insaciable curiosidad ha puesto frente a mis ojos!. Si, si gustas soy ecléctica en cuanto a mis gustos pero me han aportado mucho para ver el mundo y a la realidad con otros ojos. Mi problema es que, a la hora que trato de plasmar mis historias (que sin duda criticarías con el mismo rigor que criticas a Elena Poniatowska o, aun peor, ya que, aunque escribo desde los 12 años, aun no me he atrevido a publicar nada), me siento disminuida y hasta descalificada "a priori" por lo que los otros puedan opinar sobre ellas (cuestión de educación, ya sabes. Como mujer fuí educada para no ser tomada demasiado en cuenta, ni siquiera por mi misma. ¡Principalmente por mi misma!). En fin..., los consejos que le das a Demons son correctos y tus argumentos para esgrimirlos, exactos. ¡Te felicito Mostenco!.
Potnia, la Cretense