El Articulo de la seccion de sexualidad
Piel, sometimiento y poder I
Cristhian Chavero López
En los pasados eventos de Atenco no era la primera vez que tras la represión de un grupo de ciudadanos la policía abusara de las mujeres, que las hiciera sentir peligro, no solo porque les fueran a pegar sino porque las tocaron de un modo que no querían.
Ya había sucedido en Guadalajara cuando pusieron a hacer sentadillas a las altermundistas de espaldas frente a los uniformados que las miraban y se reían. En Atenco aparte de la madriza, abusaron y violaron a las mujeres durante un trayecto de seis horas, cuando yendo en carretera, de Texcoco al penal de Santiaguito se tarda uno en llegar dos.
Las anécdotas ya te las sabes (si no lee los periódicos en internet): que si un policía quería que lo llamaran jinete mientras abusaba, que los manoseos y desnudos forzados, el sexo oral que tuvieron que proporcionar mujeres de más de cuarenta años, la violación de un chavo que no quería decirlo, dedos de servidores públicos introducidos en vaginas y anos... Ya pasaron meses y aunque parezca que la noticia se hace vieja, no se ha resuelto.
Ya se han destituido a más de una veintena de mandos medios y algunos rasos, pero ¿y los altos mandos?, ¿los que posiblemente promovieron el asalto a las mujeres por ser consideradas botín de guerra?, ¡qué asco me dan los puercos!. El jefe de la policía en el Estado de México estudiaba en sus años mozos con Fox y dice que no se trataba mas que de regresar la paz al pueblo, como la paz romana: un pueblo sometido a sangre y fuego para gloria del estado y poder político o económico para los patricios.
Y para terminar con las agresiones físicas vinieron las mediáticas, las de siempre, poner en entredicho a la víctima: si la ciudadana alemana tiene desgarre vaginal “pues quien sabe a qué se dedicaba” dijo en entrevista Enrique Peña Nieto, gobernador mexiquense a Denise Maerker; para justificarse, diciendo que son tácticas de las reas, para evadir la justicia. ¡No mames!, ¿qué hace una prostituta en un pueblo donde no hay dinero y sí bombas molotov, toletazos, piedras?
Los placeres torcidos relacionados con la sexualidad y el poder traen por consecuencia estas cosas, Cesar Illescas (profesor de la UNAM) dice que hay que ser psicótico para violar a una mujer, cuando es institucional la violación no hay seguridad en nada, todo se vale.
Este es un lado no lúdico de la sexualidad que también hay que atender. La noticia es vieja, pero para los y las inocentes encerrados tiene mucha vigencia que se publique esto, hay que entender la diferencia de lo que es placer por consenso mutuo y lo es placer por el dolor ajeno.
Además, hoy a tantos meses insisten en que “no es para tanto”, pues la duda ya me parece demasiado. Si le escupieran a la madre, hija, hermana del gobernador o su jefe de seguridad pública sería demasiado, no se la acabaría el pobre diablo que lo hiciera. Ahora imaginen qué castigo extraoficial impondrían si las obligaran a practicar el sexo oral en un camión luego de unos toletazos. Imagínatelo...