La cosa esta así. Perdí las llaves del consultorio, luego en la búsqueda de las mismas me enfrasque en la búsqueda de mi yo interno y dado mi tamaño me costo mucho encontrarlo allá dentro, después de esto el y yo tuvimos una discusión nada productiva en la cual mediante una revelación termine de comprender que el problema de mi vida es que yo no estoy mal, sino que el mundo es el perverso y que mediante el fuego seria purificado, así pues salí con un encendedor a la calle, pero ese día llovía y no pude purificar al mundo. Así que recordé que las llaves estaban en el bolsillo del otro pantalón y es por eso que hasta hoy me reporto