No hay forma de detener ciertas tendencias de mercado, porque no sólo representan un cambio tecnológico. La banda ancha está teniendo un impacto social y cultural de tal magnitud que ni siquiera el poder de las multinacionales puede controlarlo. Por eso, después de casi una década intentando prevenir algunos movimientos, empresas como Verizon Wireless se asocian con sus enemigos, como Google, y Qualcomm, creador de tecnologías propietarias de todos los colores en el sector —casi todas de gran importancia histórica— deben ahora tener en cuenta el código abierto (open source).
Esta semana, Qualcomm anunciaba la creación de una subsidiaria bajo el nombre de Qualcomm Innovation Center (QuIC). Ésta se dedicará a las plataformas para dispositivos móviles basados en open source, como por ejemplo Android —de la cual Qualcomm ha sido un miembro activo desde sus inicios—, el propio Symbian —sobre la cual ejecutivos de Qualcomm hablarán mañana en su conferencia Symbian Exchange and Exposition (SEE 2009)— Chrome, WebKit o Linux.
La comunidad open source ha crecido a gran velocidad en los últimos tiempos, creando iniciativas que han ganado mucho peso entre los usuarios de Internet, ya sea para utilizar OSs libres o todo tipo de aplicaciones. El movimiento open source suele tener la premisa moral de compartir desarrollos con toda la comunidad a cambio de recibir lo que el resto de la comunidad realiza en cuanto a mejoras de los diferentes sistemas abiertos, y esto no implica necesariamente que no se puedan crear soluciones propias y de pago basadas en estas plataformas. Es decir, código abierto no es sinónimo de gratuito o de un modelo de negocios sin ingresos.
Por lo tanto Qualcomm, que anuncia que va a dedicar un grupo de ingenieros para su nueva división, intentará que estas plataformas abiertas se optimicen con su hardware propietario y con propiedad intelectual vigente —el movimiento open source suele abogar por la eliminación de patentes, pues las consideran un freno a la innovación—. Esta unidad no necesariamente estará dedicada a colaborar abiertamente con estas comunidades, algo que tal vez aclararen los ejecutivos de Qualcomm mañana durante su presentación en SEE2009. Por cierto, Nokia ya tomó una decisión significativa cuando decidió llevar a Symbian al ambiente open source.
Independientemente de cómo plantee Qualcomm su rol dentro de este ambiente, que en principio va en contra de la estrategia "qualcommiana", es evidente que el anuncio y la creación de una división dedicada a estas plataformas obligan a reafirmar que las plataformas abiertas son una clara amenaza para los ingresos de empresas como Apple y Microsoft, y hasta cierto punto para el propio Qualcomm. Y como es bien sabido por los estrategas bélicos: si no puedes con tu enemigo, únete a él.
Fuente:
http://telesemana.com/analisis/detalle.php?id=3106