Aquí está, sin la intreoducción y al grano:
- Quiero seguir disfrutando de mi condición de otaku, pero no quiero
rendirle culto a mi condición de otaku.
- Quiero seguir viviendo en un mundo donde los otakus sean la minoría,
la idea de que los otakus sean la gran mayoría implicaría que la evolución
del hombre se ha detenido ¿Quién barrería las calles? ¿Quién jugaría fútbol?
¿Quién gobernaría? Habría sólo anime y manga y esa idea
primero me agradó y después me aterró, pues eso implicaría
estancamiento, luego depresión y finalmente degeneración.
- Quiero poder seguir disfrutando de los placeres sencillos de la vida:
El deporte, el ejercicio, una buena charla, un buen libro o un pozole;
ir a la playa, sentir las estaciones del año, salir con chicas (y no tanto).
No quiero enajenarme en mi afición al grado de olvidarme de todo lo
demás y creer que si no es anime o fantasía, entonces es basura.
- Quiero que cuando alguien sepa de mi afición se asombre ("¿Tú? ¡Pero
si eres tan serio y eficiente como para que te gusten esos monos feos!")
y no con desdén como ocurre con tantos compañeros.
- Quiero que jamás me de por justificar mi afición. Muchos camaradas
tratan de explicar y justificar su afición quedando peor con la
gente en lugar de acogerse a la última libertad ("A mi me gusta
el anime ¡Y qué! ¿Les gustó? Bien ¿No les gustó? Lléguenle").
- Quiero que jamás me den ganas de imponerle mi afición a nadie que
no quiera.
- Quiero no tener que ocultar mis gustos de otaku, pero tampoco quiero
hacer ostentación de ellos, solamente quiero que se vea lo mas natural
posible en mi persona, así como quien juega boliche los domingos o
va al cine los jueves.
- Quiero ser alguien polifacético, plurifuncional y multinominal: Hacer
la mayor cantidad de actividades distintas tanto a mi afición como
entre si. Y es que quien solo sabe manejar el martillo todo lo quiere
resolver a martillazos. Y todas esas actividades las quiero hacer bien.
- Quiero que cuando vaya al club de animación al que pertenezco, al que
me invitaron o al que quiero pertenecer la reunión se lleve a cabo
de la forma más informal posible, como si fuera un grupo de amigos
y que no haya nada que me mantenga unido al club mas que nuestra
afinidad, lealtad y amistad (de ser posible). Lo que no quiero que
sea el club es que este se convierta en una asamblea en la que se hable
en asambleés o en un grupo que rinda culto a la personalidad del
líder o peor aun, en un grupo de activismo que haga proselitismo
y practique descaradamente la piratería.
- Quiero que mi estado de aficionado miembro a algún club no me quite
ni independencia ni libertad de pensamiento ¡Mal haya de mi si empiezo
a hablar y pensar en plural! ("Mi club opina que el doblaje de EVA es...
Creemos que Ranma es un..., Les avisamos que los del otro club son
unos...”), porque eso significaría que ya mi identidad está
es vías de anularse. Por eso quiero ser siempre yo el que hable
y no la bola con la que me junto.
- En suma, quiero seguir siendo otaku, pero no quiero ser solamente
otaku, quiero ser un hombre con una vida plena libre de los
sentimientos de inferioridad tontos, de los rencores absurdos,
de los sectarismos Tontos o sentir la necesidad de esconderme
debajo de una piedra cuando sale el sol que tienen muchos otakus.
- Y también quiero una última cosa: Jamás tomarme esto en serio,
digo, eso solo un hobby.
¿Les gusto? Bien. ¿No? ¡Me vale!
Rubén Torres Muñoz
Mostrenco
Ozuluama Veracruz
diciembre 1999