El texto 6 en verad es muy extraño, puesto que lo cubre un velo de misticismo... Y para serles sincero, esta parte del relato de Santiago se vuelve aùn más extraño e inverosímil. Lo que en verdad me extraña es que mucas de las cosas que desribe en esta parte pueden resultar imposibles a la lógica humana.
Texto 6
Golpeábamos la puerta, presas de la desesperación. Evitábamos ver a Sebas, quien estaba del otra lado de la habitación. Gritábamos, llorábamos y golpeábamos con todas nuestras fuerzas la dura puerta de Roble.
De pronto, de todos lados comenzò a brotar una risilla... otra... y otra màs... Toda la habitaciòn se llevó de las risillas... Era como si cientos de niños rieran al mismo tiempo.
Recordé lo sucedido en el Cuarto de los Cráneos y no pude evitar que todo el cuerpo se me estremeciera. Volví mi cabeza por unos instantes y lo que ví me dejó petrificado.
La pared había desaparecido, el cuarto como tal había desaparecido... Sólo quedaba la puerta, la pared donde se encontraba, y un pedazo de los muros de los costados... En todo lo demás sólo había pasto seco y árboles sin hojas.
- PERO QUE DEMONOOS ESTA PASANDO AQUI?
??- gritó Yuri, presa de un acceso de locura. Reía descontroladamente y se tomaba la cabeza y agarraba su perlo con fuerza- Qué cosa es esto?
Comenzó a golpearse la cabeza contra uno de los árboles muertos. Su risa no paraba y una inmensa mancha de sangre manó de una herida en su frente. Todos lo veíamos muertos de miedo. Teníamos que hacer algo para sacarlo de ese shock psicópata!
- CALMATE!- le grité con toda la fuerza que me permitieron mis cuerdas vocales. Lo jalé y le dí tres bofetadas- No cometas estupideces!
- Tú qué te metes? Déjame hacer lo que quiero. No tienes derecho sobre mí, imbécilo. SI me quiero golpear la cabeza, lo hará, no tienes por qué impedírmelo!
Me dió un empujón, y con un grito cargado de locura, salió corriendo, para después perderse entre la oscuridad.
Intenté perseguirlo, pero me fué imposible. Nunca podría alcanzarlo en carrera. El era un atleta, yo un simple hombre que no hacía ejercicio. Grité su nombre varias veces, le supliqué que regrersara, que no se dejara llevar por la desesperación, pero al parecer todo fué al viento... Todo fué en vano.
Eliza me observaba con un terror inhmano, y Manuel y Marcos estaban sentados en el pasto, con una resignación a la muerte en los ojos.
- Tenemos que salir de aquí.- dije- Tiene que haber una salida...
- Ya para que?- replicó Marcos mientras sacaba un cigarro de su bolsillo y lo encendìa. Le temblaba la mano y podía notarse que su tranquilidad no se debìa a que no pasara nada. El sabía, tan bien como yo, que lo más probable es que no pudiésemos salir de este lugar.- Sabes en dónde estamos? Sabes qué es lo que vamos a hacer?
- No, pero no pienso quedarme y terminar como Sebas!- le dije muy molesto- Quieres morirte?
- No sabemos dònde estamos, no sabemos a dònde dirigirnos ni los peligros a los que nos enfrentamos- Se encogió de hombros- Al final de cuentas, es como si estuviéramos muertos.
- Qué hacemos afuera si estábamos adentro?- mencionó Manuel mientras miraba de un lado a otro, con los ojos muy abiertos- No estábamos en el estudio con un Sebas descuartizado y ensangrentado sentado en uno de los sillones? QUE DEMONIOS HACEMOS AFUERA DE LA MANSION??? EN EL JARDIN?
Manuel fué interrumpido por un ligero gorgoteo. Todos nos volvimos a mirar de dónde provenía y nos llegó de nuevo ese asqueroso olor dulzón. Una silueta caminaba patizamba en la oscuridad del lugar... No... No era una... Eran 4 figuras... Las 4 caminaban hacia nosotros
Tontos de nosotros que pensamos que habían más personas aparte de nosotros dentro de este lugar maldito.
No se trataban de 4 personas normales...
Eramos nosotros mismos... O eso parecía...
Los cuatro entes tenían un parecido idñentico con nosotros, con la diferencia que ellos estaban mutilados de la cara y el cuerpo. Estaban completamente desnudos y podían observarse cortes profundos en la piel. Todos tenían los labios cosidos, al igual que lo habíamos visto con Sebas, y no tenían ojos. Las cuencas miraban vacíamente hacia nosotros. En el caso de Marcos, había una gigantesca y profunda herida en el pecho, y otra en el cuello, recuerdo que le faltaban los dedos de las manos y de los pies y que parecía haber recibido un golpe. El de Eliza estaba completamente tasajeada en el área del pecho. de sus senos pululaba sangre y tejido. La parte púbica estaba completamente despedazada, y manaba lñiquido carmesí. Tenía uno de los brazos hasta el codo, al parecer se lo habían cercenado. En la parte central de su frente había una herida muy profunda, probablemente de hacha o machete. El mío estaba, al igual que los demás, completamente cortado y mallugado, en la parte pélvica tenía sangre coagulada, la cual salió de un pubis carente de órgano sexual. Al parecer "me" habían castrado. La boca de ese ser estaba cosida, pero abierta, y de ella salía una lengua asquerosa y negra que se filtraba por entre los trozos de cuero que se entrecruzaban. Tenía también una herida horrible en el costado, como si le hubiesen dado con una espada o un machete. El que se parecía a Manuel sólo lo pudimos reconocer porla mitad de su rostro, ya que toda la mitad derecha estaba sin piel, y podían notarse sus músculos, negros y podridos....
Con tanta cosa que habíamos pasado ya, era de esperarse que cosas peores viniesen en nuestra contra. Pero eso no era un pensamiento alentador. Nuestros ojos casi se desorbitaron al verlos. No podía ser posible... Qué hacíamos ahí parados...? Por qué las piernas no nos respondian? Qué eran esas "Copias" que teníamos frente a nosotros?
Llegaron hasta cierto punto y dejaron de moverse. Parecian estatuas... Crueles esculturas de algo que lo más probable nos pasaría...
Corrimos despavoridamente sin direcciñon alguna y nos separamos...
Ahí fuñe donde comenzó el verdadero error... Ahí es done comienza mi calvario...