El Viaje de Chihiro -o lo que es lo mismo “Mi primer trabajo” por Sen

Mostrenco writes, «Premieres, regalos, largas travesías, y por supuesto; una excelente película hay involucrados esta dizque reseña de los estrenos de Sen to Chihiro en nuestro divertido país.

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Pueblo otaku:

Quien esto escribe fue invitado a dos premieres dos de la película “El viaje de Chihiro” (Sen to Chihiro to Kamikakushi), la primera cortesía de Radioactivo 9’85” y la segunda fue por parte de la revista Atomix y el programa Mugen. Además de mi lamentable persona estuvimos presentes en la primera Jury Arisugawa, titular del programa “Unfulfilled Jury” que se transmite por RPO (Radio Pingüino Ojón); el señor Demoss, miembro del staff del AP (Anime Project) y el señor Genma, Director General del AP, y por ende, Director Ejecutivo de RPO, en la segunda sólo estuvimos el Mau, miembro del staff del AP, Genma, y yo por supuesto.

Las premieres fueron un poco dispares, ambas según palabras de Genma estuvieron hasta por casa de Lashingah (creo es una región montañosa de Corea, creo), aunque a decir verdad una fue en Cuicuilco, y la otra en los límites de la civilización: Interlomas. La que organizó Radioactivo fue algo caótica (si, aja). Se nos cito a las 9:50 de la mañana de un Domingo para reunirnos con una tal Mafer, que nos facilitaría la entrada a la sala para que el asunto comenzara a las 10:00 AM; la tal Mafer no se apareció, así que nos formamos en la fila y entramos al cine como Chente entra todas las noches en su dulce hogar; recibimos de regalo un trinche cilindrito de Burger King y el anuncio promocional de un concurso de cortometrajes que patrocina la estación, Imagen Informativa y otras empresas que en mi vida he visto u oído y pare usted de contar. Muy bonito todo.

En la segunda que organizó Atomix hubo un poco más de consideración para nosotros (digo, nos hacen ir hasta allá, es su obligación tratarnos bien XD); los asistentes fuimos obsequiados con ejemplares del número especial de la revista dedicado casi por completo al E3, sin mencionar que se sortearon algunos regalos entre los asistentes (afiches y soundtracks, pero no vi a nadie que se llevara un soundtrack de la película :P ).

Pero en ambos casos el telón se levantó media hora aproximadamente después de la hora señalada… Lo cual en el caso de la función de Atomix fue una tardanza crítica, ya que además de la lejanía ya mencionada, fue también función nocturna y entre semana. Huelga decir que el regreso fue entretenido.

¡Basta de quejas! Entremos pues en materia.

La película “El viaje…” trata de esto: Chihiro es una niña de 10 años que se está mudando de casa, sus sabiondos padres se meten por donde no debían tomando un camino vecinal que dizque los llevaría a su nueva casa. Grave error, acabaron dentro de un mágico y extraño mundo habitado por dioses (sí chavitos, a’i como lo oyen), brujas, espíritus, dragones y otros seres fantásticos.

Y para acabarla de amolar, los sabiondos padres de Chihiro no sólo se metieron donde no debían, sino que, por si fuera poco, se comieron lo que no debían y acaban convertidos en cerdos. Una aterrada, perseguida y sumamente afectada Chihiro recibe la ayuda de un joven llamado Haku, y gracias a sus consejos logra que la bruja Yubaaba, quien regentea un balneario de aguas termales que brinda servicio a 8 millones de dioses -a’i nomás- la contrate.

Desafortunadamente, Yubaaba está bien aleccionada en prácticas empresariales modernas, y cuando contrata a Chihiro le quita su nombre, y la renombra como “Sen”. Yubaaba no hace esto por el mero placer de hacerlo, sino que lo hace para controlar mejor a sus empleados, porque cuando éstos olvidan sus verdaderos nombres quedan convertidos para siempre en sus sirvientes (haciendo posible otra clase de vejaciones: como la no inscripción en el Seguro Social, jineteo del salario, escamotear días de descanso y demás horrores cotidianos XD, j/k).

Pese a lo leonino del trato, Chihiro/Sen no tiene de otra, únicamente así tiene oportunidad de seguir viva dentro de ese mundo tan raro y mantener igualmente viva la esperanza de poder ayudar a sus padres a regresar a la normalidad y -¿por qué no?- volver a nuestro mundo. La frase “Trabajar para sobrevivir” nunca estuvo tan bien aplicada.

Las siguientes valoraciones que haré a continuación son a título personal: Yo no he sido un gran seguidor de Hayao Miyazaki, por lo que no he visto mucho de su obra, he visto sólo a Porcorosso, Kiki y Mononoke Hime, esta última en japonés pelón chavitos, y las tres me gustaron, pero de ahí a ser seguidor de todo lo que hace Ghibli… pues como que no.

Cuando vi esta película me quedó la idea de que estaba ante un “viaje iniciático”: Un viaje iniciático es un tipo de historia o cuento que consiste en poner al protagonista (generalmente un joven) en situaciones muy adversas en lugares extraños y hostiles; si el protagonista logra superar todas las pruebas que su viaje iniciático implica, lograra ser una mejor persona, con mayor fuerza de carácter, de espíritu, de mente, etcétera. La Isla del tesoro fue un viaje inciático, las aventuras narradas en “El señor de los anillos” no son más que la descripción del viaje iniático de Frodo, casi toda la obra de Miyazaki trata de viajes iniáticos…

Nuestra civilización actual ciertamente no favorece al descubrimiento de uno mismo, más bien favorece a la molicie; basta con mirar la ingente panza del papa de Chihiro, la flacidez de su mama, y Chihiro misma tiene unos bracitos y unas piernitas de popote que dan pena. Al principio ella no era más que otra niña quejumbrosa y atenida. Pero bueno, cuando te enfrentas a la posibilidad de que tus padres sean servidos a las brasas a un dios, o que te conviertan en un trocito de carbón, no te queda más remedio que aguantar, luchar y resistir; aún cuando se está tan pobremente dotado para el trabajo rudo, como es el caso de Chihiro/Sen.

Y, como en todo viaje iniciático, Chihiro/Sen encontró amigos y enemigos, gente que la ayudó y gente que le aventó tierra encima. Pero el quid del asunto es que, una vez que Chihiro se volvió Sen, jamás volverá ser la misma.

Está de más decir que adoro este tipo de historias, pero aparte, “El viaje…” tiene unos detalles que la hacen aun mas disfrutable: momentos hermosos, unos personajazos geniales, muchas pinceladas de humor- algo bastante raro en Miyazaki según me comentaron-, escenas impactantes por su crudeza –verbigracia cuando los papas se convierten en cerdos- o por su ternura, y por cierto… ¿Ya les mencione que la animación está impecable? Se dice que Ghibli no usa mucho la tecnología, pero aquí sí usan imágenes generadas por computadora, y en honor a la verdad, les quedaron muy bien.

En contra de la película puedo decir que es lenta, muy lenta; para que se den una idea de que tan lenta es, les diré que calculo que el planteamiento duro 45 minutos más o menos, con esto estimado pueblo otaku estoy dando a entender que “El viaje…” no es una película para que niños de determinada edad la vean. Y el hecho de que en la premiere de Cuicuilco los niños presentes utilizaran los pasillos de la sala como pista de despegue y aterrizaje prueba el punto.

Y el final de la película, no es que no me haya gustado, pero si a ustedes no les gustan los finales abiertos, lamento informarles que el final de la película deja un cabote suelto; a descargo de Don Hayao Miyazaki puedo decir, casi asegurar, que ese final no lo dejó así para que nosotros los baquetones otakus tuviéramos de que discutir en nuestros ratos de ocio (que son los más), sino que lo hizo de ese modo porque desde un principio así lo quiso. Cada una de las imágenes de “El viaje…” tiene un porqué.

Y también quedó claro el porqué del Oscar a la mejor película animada, no hubo dudas de ello, y miren que Lilo y Stitch me encantó me encantó me encantó; el Mau describió esta película como “un clásico Hayao”, algunos otakillos sin importancia dijeron que ésta era una obra menor de Miyazaki, y yo, Rubén Torres Muñoz alias el Mostrenco pienso que “El viaje de Chihiro” o “Sen to Chihiro to Kamikakushi” es simplemente un clásico. Así, sin ninguna clase de adjetivo.

En otras palabras: no sólo autorizo que vayan a verla, sino que les ordeno que lo hagan, si no lo hacen se arrepentirán.

Y como colofón a esta colaboración mencionare lo que me pasó al terminar la premiere de Cuicuilco: Fui a visitar brevemente los sanitarios del cine y ahí me tope con algunos chavos que se notaba a una milla de distancia que eran otakus, y discutían:

-¡No! Si yo hubiera sido Miyazaki hubiera hecho esto

-Yo le hubiera cambiado aquello

-Pues yo le hubiera movido esto acá.

Ahora resulta que unos individuos que en su vida no han hecho cosa alguna le enmiendan la plana a un genio creador, como es Hayao Miyazaki, desde la comodidad de su butaca. No pos sí, que bonito.

Si alguno de ustedes me está leyendo, les comunico lo siguiente: los odio los odio los odio.

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